ENCUENTROS
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           1º libro publicado. Accésit del Premio Adonais, 1972. Publicado en la Colección Adonais (nº 303) Editorial Rialp, 1973. ISBN: 84-321-1602-5. Incluído completo en "CONTRAFABULA (Poesía 1972-2004), Fugger libros / SIAL Ediciones. Madrid, ISBN: 84-95498-77-4. correo-e: publicaciones@sialedicion.es 


Cita general del libro
"Cuanto yo señale como mío, debes tú señalarlo como tuyo,
porque si no pierdes el tiempo escuchando mis palabras."
(Walt Whitman)
 
FREIHAFEN 
(Puerto libre) 
 
En la tarima va creciendo un musgo  
insoportable,  
hiede a promesas rotas, a muertos prematuros,  
hiede la muerte del cobarde  
y la del héroe,  
la muerte de los pobres  
y los ricos,  
del intruso,  
la muerte del que habla de victoria  
y del que piensa que ya está todo hecho. 
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Resulta insoportable el olor de los poetas  
cuando mueren. 
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Nos mata el compromiso y la abstinencia,  
también nos mata el cálculo y la bruma,  
a veces las promesas. 
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Ni me encierro, ni cumplo, ni aseguro, voy con mi voz  
rompiendo y desatando,  
no me olvido  
ni hago juramentos.  
Subo al amor, desciendo, camino por la lágrima del mundo  
y no busco refugio. 
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Haced brotar del corazón la sangre de la duda  
y besaré vuestro labio, seré vuestro.  
No me busquéis en el ruido ni en las armas, no me llaméis  
al número ni al odio,  
buscadme en las oscuras pendientes del silencio,  
entre los largos colmillos de la sombra. 
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No tengo más ardor que esta fuerza que sube a la garganta.  
Escucho vuestro canto,  
lo aprendo,  
lo multiplico,  
lo hago girar,  
coloco estrellas grises en vuestros melodiosos instrumentos. 
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Yo canto a vuestro lado y más  
cuando estoy solo.  
Se me olvida reír  
pero lloro como una plañidera y como un loco,  
lloro por la justicia muerta en los estantes,  
lloro por la miseria  
y doy mis manos,  
llevaos el corazón también, y la cabeza,  
llevaos unos versos o el presupuesto del mes para la pena. 
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En la tarima vamos trabajando infatigables,  
cada cual es un cosmos para empezar la lucha  
por la vida,  
para dejar que el viento lleve el hedor a las estrellas,  
—limpios así de la carroña  
y altos de penumbra— 
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Somos un infinito alarido por la espera.
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VEN, AMIGO 

Ven, amigo, 
voy a darte un lugar. 
Acércate, 
dentro de este cajón están tus huesos, 
semilla de un mañana que no te corresponde. 
No serán ni tu flor, 
ni tu árbol nuevo, 
ni siquiera el vacío de tu nombre, 
...........—Dime cómo te llamas 
...........para olvidarlo luego—. 
Hoy es fácil sentir lo que no somos, 
andar donde no vamos, 
decir lo que después vendrán a desmentirnos. 
Ya no somos ni un número siquiera, 
ni un signo, 
somos algún desecho inevitable de lo que un hombre fue 
alguna vez 
o podrá ser. Tus huesos y los míos están juntos, 
todos los huesos del hombre están uncidos 
y hay un cordel 
inmenso 
tejiendo el esqueleto compacto de la sombra. 
...........— Dime cómo te llamas 
...........para olvidarlo luego—. 
Yo te diré mi nombre si aún puedo acordarme. 
Ven amigo, 
hay que buscarse un lugar...