HISTORIA
DE ESTA AGENDA MOZART
A finales del año 2005, Rosa Olmos, directora de la empresa ARGÉ, nos encargó confeccionar una agenda para el año 2006 para utilizarla como regalo de su empresa, aprovechando la conmemoración del aniversario de Mozart. La idea era muy
atractiva y como disponíamos de poco tiempo, nos pusimos manos
a la obra de inmediato Tantos los textos
como las ilustraciones se hicieron “a la medida” de las
obras del compositor. Confeccionamos también una corta biografía
de Mozart que aparece al principio de la agenda, un breve texto explicativo
del asunto de cada pieza musical para que el lector se oriente un poco,
y unas cuantas anécdotas o frases sobre el músico que
aparecen repartidas a lo largo de las páginas. Fue un estimulante
trabajo en equipo y, sin duda, una experiencia enriquecedora.
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Aquí
está el resultado. Ojalá te agrade, lector.
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Biografía de Wolfgang Amadeus Mozart Mozart es uno de los más influyentes compositores en la historia de la música occidental. Nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo (Austria) y su nombre completo era Johannes Chrysostomus Wolfgang Amadeus Mozart. Desde muy niño estudió
con Leopold Mozart, su padre, conocido violinista y compositor que trabajaba
en la orquesta del arzobispo de su ciudad. Antes de que cumpliera siete años, su padre comenzó con él una gira por las cortes europeas. Empezaron por Munich y Viena para alejarse más a partir de 1763. Fueron casi cuatro años que supusieron muchas experiencias para el pequeño genio: Conoció la célebre orquesta de Mannheim, la música francesa en París, y el estilo galante de J.Ch. Bach en Londres. Entre los siete y los ocho años escribió algunas sonatas para piano y otras para violín, además de una sinfonía (K.16, 1764). También recorrerá parte de Italia. De regreso a su ciudad natal, continuó sus composiciones, entre ellas la primera parte de un oratorio, Die Schuldigkeit des ersten Gebots (La obligación del Primer Mandamiento), la ópera cómica La finta semplice, y Bastien und Bastienne, su primer singspiel (tipo de ópera alemana con partes recitadas similar a nuestra Zarzuela) En 1769, con sólo 13 años, fue nombrado Konzertmeister del arzobispado de Salzburgo. En La Scala de Milán, el Papa le nombró caballero de la Orden de la Espuela Dorada. Con catorce años le encargaron su primera gran ópera, Mitrídates, rey del Ponto (1770), compuesta en Milán. Con esta obra afianzó su temprana reputación como músico. Instalado en Salzburgo desde 1771, el cargo de Maestro de conciertos (Konzertmeister) no le proporcionaba ninguna remuneración, pero le permitió componer un gran número de obras importantes durante seis años, aunque no por eso consiguió la familia la situación económica desahogada que pretendía.En 1777 obtuvo permiso para dar una gira de conciertos, y se fue a Munich con su madre. A la edad de veintiún años Mozart buscaba en las cortes europeas un puesto remunerado y más satisfactorio, pero no pudo conseguirlo. Marchó a Mannheim, capital musical de Europa por entonces, buscando conseguir un empleo en su orquesta, y allí se enamoró de Aloysia Weber. Leopold, convencido de que su hijo sería un gran compositor quiso evitar este noviazgo y envió a su esposa e hijo a París. La muerte de su madre en la capital francesa en 1778, el posterior rechazo de Aloysia, que se estaba convirtiendo en una solicitada cantante y ahora era ella quien se permitía rechazar al músico, y el desprecio de los aristócratas para quienes trabajaba, hicieron que el tiempo en la capital francesa y los meses siguientes fueran un periodo realmente triste. Ya en Salzburgo, compuso dos misas y un buen número de sonatas, sinfonías y conciertos. A estas alturas brilla con un estilo realmente propio y una sobresaliente madurez musical. Tras el éxito de su ópera italiana Idomeneo, rey de Creta (1781) logró que el arzobispo Colloredo de Salzburgo le invitara a su palacio, en Viena. El arzobispo quería tratarlo como un criado, prohibiéndole escribir música salvo que él se la pidiese, impidiéndole viajar, etc. Terminó rechazando esta explotación y decidió marcharse. Este acto de independencia fue uno de los motivos de disgusto con su padre, hombre conservador y que hacía tiempo vivía a costa de su hijo, y del que terminaría distanciándose bastante. Por otro lado, ya no era el niño prodigio que admiraba y entretenía a los nobles y, a pesar de ser un músico inigualable, la atracción había perdido fuerza para los diletantes burgueses. Por entonces, unos amigos
le pagaron el alquiler de una casa donde tuvo que dedicarse a dar clases
de música a pesar de que le horrorizaba esta tarea. Allí
compuso El rapto en el serrallo, encargada por el emperador José
II. Ese mismo año de 1782 se casó con Constanze Weber,
hermana menor de Aloysia. Vivirían siempre juntos y siempre acosados
por las deudas, cambiando de habitación o casa según los
esporádicos golpes de fortuna y los frecuentes apuros económicos.
De los seis hijos del matrimonio sólo dos llegaron a la adolescencia.
Por entonces, algunas de
sus óperas más famosas como Las bodas de Fígaro
(1786) y Don Giovanni (1787), con libretos de Lorenzo Da Ponte, triunfaron
en Praga, pero no fueron bien recibidas en Viena que se le entregó
y le rechazó alternativamente. Las tres grandes sinfonías
de 1788 nº 39 en mi bemol, nº 40 en sol menor y nº 41
en do (Júpiter) nunca pudieron interpretarse bajo su dirección.
Por un cuadro hallado en
el siglo XX, se sabe que Leitgeb tenía un aspecto desagradable
y tétrico por lo que Mozart confesó estar obsesionado
con este personaje. La obsesión estaba apoyada sin duda por una
última etapa de auténtica penuria económica y una
mala salud que le llevaba a pensar en su cercana muerte. Posiblemente
entendiera que aquel requiem que le encargaban era prácticamente
la composición funeral para su propia muerte Tal vez esta temprana muerte, con sólo treinta y seis años, provocada por una afección crónica de riñón, fuese la última nota inevitable de una vida realmente dura y de precaria salud: Niño prodigio explotado por su padre, viajando constantemente desde los seis años, alojados frecuentemente en pensiones inhóspitas para no gastar; joven desafortunado y contrariado en su primer y gran amor; despreciado muchas veces por los insolentes e ignorantes nobles y poderosos que tan pronto le solicitaban y explotaban como le repudiaban... Sus últimos años fueron si cabe más angustiosos que su ajetreada niñez. A pesar de las dificultades, hay un detalle sorprendente que fue refrendado por el testimonio de cuantos le conocieron: Mozart mantuvo siempre un carácter amable y jovial. Su gran producción,
que incluye más de 600 obras de todo tipo, muestra un dominio
magistral de la técnica y una sorprendente imaginación
creadora difícil de superar. Por sus manuscritos, vemos que casi
siempre escribía la obra sin muchas tachaduras porque previamente
la había compuesto en su cabeza. Mozart, sin duda, parecía destinado a morir pronto para que su grandeza pudiese alzar el vuelo y convertirse en aquello de lo que nadie duda hoy: uno de los mayores genios de la música universal.
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